lunes, 19 de noviembre de 2007

Sociedad: ¿implícita influencia?

Me llama la atención que actualmente muchas de las cosas que nos rodean las comenzamos a vivir como situaciones sin importancia o peor aún: triviales, no otorgándole un valor especial o distintintivo, quizás porque poseemos la suerte de contar con ellos es que no las valoramos. Ello también se vincula a la liviandad con asumimos ciertas cosas, lo que está intencionado por nuestro entorno, por ejemplo: la prensa y su afán sensacionalita reflejado en la insistencia por registrar imágenes a veces fuertes, otras muy crudas, porque lamentablemente es “eso” lo que vende. Considero que ante esta situación, no es la prensa la responsable, sino nosotros como usuarios y clientes de sus servicios, debido que castigamos con menos sintonía a los programas que muestran imágenes que de acuerdo a nuestro criterio resultan poca atractivas. Sin embargo, creo a así como algunas personas van perdiendo la capacidad de asombro y aumentando su capacidad de morbo, también existen otras que ni si quieran expresan su opinión, apreciación y que menos aún ejercen esta presión hacia la prensa, por lo que aceptan todo tipo de situaciones y opiniones, son flexibles en su actuar, lo que probablemente se deba a que no exigen mas de lo que le rodea porque no les interesa, porque tampoco quieren que le exijan a ellos o porque se consideran independientes y quizás un tanto alejados de lo externo.

Si un ser humano se siente independiente, quizás alejado, puede ser a consecuencia de sentirse desinformado de lo que acontece, como también puede suceder que en otros casos su capacidad para comprender sea baja o nula. Pero también es necesario considerar la idea de que opto por alejarse de la información debido a que esta se le presenta de manera excesiva y cortada, siendo inútil. ¿Y que sucede con aquellos que no son capaces de retener información porque esta es presentada en lenguaje técnico y un tanto indescifrable?, creo que poco a poco comienza la desconexión forzada de lo cotidiano y así la discriminación y también la injusticia de no poder acceder a información. Esto se contrapone con la forma de acceder a la información por parte de aquellas personas que tienen más facilidad para comprender y elaborar un juicio u opinión en relación a las mismas. Esta capacidad e interés de algunos por acceder a información podría relacionarse con la búsqueda de independencia al acceder a la misma, este factor puede observarse como un elemento indicador de status. Así como creo que también lo es el consumismo, marcado fuertemente por la influencia de la televisión en la decisión de los bienes que adquirimos. Porque para distinguirse del resto, muchas personas optan por la adquisición de bienes materiales, que son visibles y que permiten demostrar que tengo más que mi vecino y que según su percepción “los hace subir o mantener su status”. Por otro lado, y ligado a lo anterior, la consecución de objetivos, no importa como, lo importante es poder demostrarlos y que de la misma manera estos sean visibles para el resto, también es un indicador de status, de acuerdo a lo que ellos aprecian en su entorno.

Y frente a lo anterior, se ubican nuestros trabajos y la forma de ser eficientes en ellos, es por lo mismo que consideran que para ser eficientes en nuestro desempeño comúnmente se tiene el concepto de que no se puede “perder tiempo”, lo que finalmente lleva a la relación de que no importan los resultados, sino cumplir objetivos, metas, demostrar que la actividad es rentable, pero ¿y la manera en que se logra? No importa, lo que interesa es la eficiencia y los objetivos a lograr. Creo que si este pensamiento se intentara implementar en la educación los resultados serían efectivos a corto plazo lo que no es el objetivo de la educación, lo que llevaría a que se educara de la misma manera es que se produce, es decir, considerando a la educación como una gran industria y para algunos un eficiente negocio. Es por ello que, afortunadamente, existen personas que apuntan a un mejoramiento en la calidad de educación que se entrega no perdiendo el punto de referencia que es educar con calidad sin que por ello se pierda la especificidad o lo medular de cada asignatura y el sentido del por qué se está enseñando.

Frente a este ideal de educar con calidad, se sitúa lo trivial, vinculado también a lo que los medios de comunicación nos transmiten, estas son las apariencias y el querer usar vestuario, accesorios, vehículos, practicar algún deporte porque está de moda o por la intención de tapar imperfecciones de la propia vida, si por el contrario, esto se observara como una manera consciente y educativa, estaríamos frente a una forma en que no se están escondiendo apariencias sino que las personas se muestran tal cual y son capaces de encontrar la manera perfecta de mostrarse, con aquello que mas lo identifica, en este caso, lo visual. En tanto cuando se esconden, es difícil saber que se está haciendo o pensando.

Las apariencias y todo lo que ello involucra, va conforme una sociedad que avanzando y se consolida en aspectos que son importantes en la formación de su identidad lo que a su vez va entregando indicadores de cambio en la misma, lo que pone a prueba sus procesos de tolerancia, uno de estos ejemplos es lo que ocurre en la actualidad con la moda de “pelo laiss” y “pokemón”, moda adolescente que poco a poco se insertó en nuestro medio y permite a los jóvenes identificarse con formas de vestir, actuar y hablar distintas. Esto podría explicarse también como la forma espontánea de actuar de los mismos, porque son ellos quienes guían y orientan su propia vida, lo que sucede y se observa también en el caso de los avances importantes obtenidos por las mujeres, debido a que comienzan a ejercer diversos roles en diferentes espacios, lo que ha sido posibilitado por la igualdad en el acceso a ciertos oficios y profesiones, aunque sin duda creo que falta mejorar otros aspectos de las mujeres que trabajan, como por ejemplo, el tener derecho a recibir el mismo sueldo por el idéntico trabajo que realizan.

Considero que la sociedad es quien condiciona muchos de nuestros actos y la desigualdad de las mujeres en el acceso a ciertos cargos también. Esta responsabilidad asignada a la sociedad, debe ser bien entendido en el sentido de que no significa que en los casos de homicidios sean la sociedad la culpable del delito, sino que esta responsabilidad de la sociedad se entiende en el sentido de la libertad para elegir una carrera, en apoyar un movimiento, en creer es ciertos principios y valores mas que en otros, en creer en el desarrollo integral de los seres humanos que conformamos la sociedad, en el acceso igualitario a derechos básicos como salud, educación, vivienda, considero que todo lo anterior y aún más está condicionado por los cambios que ocurren en nuestro entorno y en la posición por la que optemos. Después de todo, quien elige somos nosotros.

1 comentario:

Profesora dijo...

Estimada María Elena

Buen comentario.

Tu nota es: 94